el único camino para garantizar la conservación del ambiente.
Aunque para algunos el término gobernanza es ampliamente conocido y lo utilizan diario a consecuencia de sus labores, la realidad es que esta palabra es ajena al panameño de a pie, pero ¿y por qué esa lejanía entre el ciudadano promedio y el concepto de gobernanza?
La gobernanza persigue la perfecta armonía e interacción entre las estructuras gubernamentales y el involucramiento de los ciudadanos en los procesos de toma de decisiones de la gestión pública para lograr un desarrollo económico y social.
Para muchos, escuchar este concepto puede parecer que se persigue un ideal muy lejano a la realidad, pero es el modelo al que debemos apuntar porque la responsabilidad de la cosa pública y de las decisiones que se generen en materia de políticas, legislaciones, asignaciones presupuestarias, entre otras, no es algo que le pertenece únicamente a nuestros gobernantes, todos estamos llamados a asumir el compromiso que implica ser ciudadano de una nación.
Nos encanta enumerar cada uno de los derechos que nos asisten como ciudadanos y quejarnos cuando sentimos que esos derechos son lesionados, pero olvidamos que junto con esos derechos hay una serie de obligaciones que van desde cumplir y hacer cumplir las normativas hasta el participar activamente en su origen y asegurar que las medidas que se tomen se apliquen.
Construir el país o la ciudad que queremos depende de cada uno de nosotros, requiere de la integración de todos los sectores, sociedad civil, sector privado, academia, jóvenes y sector gubernamental, trabajando de forma conjunta por el bien común y compartiendo la responsabilidad de gobernar.
Ahora para construir una mejor ciudad y un mejor país no podemos sólo concentrarnos en el crecimiento económico y el bienestar social, debemos también incluir la variable ambiental, esta debe comprender todas y cada una de las decisiones que se tomen desde la gestión gubernamental y formar parte de cada una de las acciones a seguir por todos
los sectores.
Son muchos los desafíos que enfrentamos a consecuencia de los problemas ambientales asociados a la contaminación y el uso irracional de los recursos, entre otros, como resultado de políticas públicas que no incluyeron la variable ambiental en la promoción del crecimiento económico, por ello, la gestión pública con el involucramiento de todos los actores, debe promover disposiciones e implementar acciones que se centren en la conservación del ambiente.
Es aquí donde entra el concepto de gobernanza ambiental,
necesitamos que las cuestiones ambientales sean abordadas de forma integral
contando con la participación activa de los ciudadanos en los procesos de toma decisiones, especialmente al momento de generarse una política, ley o normativa y que las autoridades competentes promuevan gestiones transparentes, sumen a todos los actores a las iniciativas encaminadas a promover la sostenibilidad ambiental, a la vez que faciliten espacios de concertación pensados para que el sector público y la sociedad civil co-gobiernen.
Existen aún retos que debemos superar para que lo anterior pueda ser una realidad, entre los cuales se encuentran la falta de diálogo entre las instituciones, la escasa divulgación y difusión de espacios de participación o medidas dispuestas, la falta de representatividad de la sociedad civil, el desinterés o desconocimiento de la ciudadanía en los temas ambientales y la falta de voluntad política, todo esto puede ser superado si hay un interés genuino de los gobiernos y los ciudadanos ejercemos un rol protagónico en la gestión ambiental.